Russian
Diego Zampini

Los Caballeros del Rey Lazaro

La élite de la SiCG RViPVO es la 127ª LAE (Lovacka Avia Eskadryla = Escuadrilla de Aviación de Caza) cuyo nombre de guerra es «Vitezovi» («Caballeros»), la cual tuvo un rol protagónico durante los combates contra la OTAN en 1999. Equipada en 1987 con unos 14 MiG-29B y dos aviones de entrenamiento MiG-29UB, fue severamente afectada por la corrupción y la paranoia del gobierno de Slodoban Milosevic, cuando partidas presupuestarias destinadas a la compra de más aviones y repuestos se desviaron a los bolsillos de los favoritos de Milosevic, así como también a equipo antidisturbios para acallar las protestas cada vez más frecuentes contra el dictador yugoslavo. A esto se sumó luego el bloqueo económico y de armamentos dispuesto por la ONU, que si bien fue secretamente roto varias veces por la Federación rusa, nunca incluyó repuestos para estas aeronaves. Para 1998 los MiG-29 sufrían de problemas crónicos de funcionamiento en sus radares y otros equipos electrónicos.

Por lo tanto, la 127ª LAE no estaba en las mejores condiciones cuando Yugoslavia se retiró de la mesa de negociaciones de Rambouillet y recibió el ultimatum de la OTAN de dejar entrar tropas de la alianza atlántica en su provincia de Kosovo o atenerse a sufrir una campaña de bombardeos aéreos. Pero lejos de amilanarse, aceptó el desafio, y se abocó a la tarea de alistar lo mejor posible sus MiG-29 y desarrollar tácticas apropiadas para enfrentar a los bien entrenados y más numerosos pilotos de la OTAN. Lo único que la unidad tenía en abundancia era experiencia: todos sus pilotos tenían veinte años volando reactores de combate, y por lo menos diez de estos a los mandos de los MiG-29.

Tácticas

Así pues, se decidió que los MiG-29 permanecerían haciendo circuitos a muy baja altura para evitar la detección por parte de los aviones AWACS de la USAF, y que una vez que un grupo de aviones de la alianza se acercara lo suficiente, treparían súbitamente, lanzarían sus misiles de guía por calor R-60M (AA-8 Aphid para la OTAN) o R-73 (AA-11 Archer) de tipo «disparar y olvidar», y se retirarían volviendo a la seguridad del vuelo a bajo nivel. También se tomó la determinación que los MiG-29 operarían en parejas pero no en una estructura rígida de líder y numeral, sino en una en que el líder y el numeral harían ataques por separado desde diferentes direcciones para crear mayor confusión en el enemigo.

La primera noche

El 24 de marzo de 1999 a las 19:00 hs dos MiG-29B (Nos.18104 y 18112) despegaron de la base aérea de Nis, tripulados respectivamente por los mayores Dragan Ilic (líder) e Iljo Arizanov (numeral), para hacer frente a la primera oleada de ataques de la USAF sobre Kosovo. Cuando hizo su súbita trepada Iljo Arizanov logró «enganchar» un F-16 de la USAF con su sistema de guía SN-29 y lanzó dos R-73 contra este, los cuales hicieron impacto directo (el 30 de julio del 2000 la USAF admitió que ese día el piloto de un F-16CG debió eyectarse sobre el mar Adriático y fue rescatado, sin indicar ni la identidad/unidad del aviador ni tampoco la causa). Por desgracia Ilic no pudo hacer ataque alguno porque su radar no funcionó, así como tampoco funcionaron la radio y el sistema de alerta radar SPO-15 del MiG-29B de Arizanov, por lo cual no pudo advertir el ataque de los dos F-15 °C Eagle del 493 EFS liderados por el coronel César Antonio Rodríguez, quien lo abatió con un AIM-120 °C y lo obligó a eyectarse sobre una zona de Kosovo controlada por el UCK (Ejército de Liberación de Kosovo, los separatistas albaneses que la OTAN apoyó). El mayor Arizanov se las arregló para eludir a los guerrilleros que lo buscaban, y 15 horas después fue recatado (bajo el fuego de los guerrilleros del UCK) por un SA.341 Gazelle volado por el mayor Aleksa Milanovic y el capitán de 1ª clase Srdjan Jovanovic. El MiG de Dragan Ilic también fue alcanzado por un misil (no está claro si por un AMRAAM disparado por los F-15 °C norteamericanos o un SA-6 disparado por error por el 311 Regimiento de Misiles para la Defensa Antiaérea) pero el experimentado Ilic se las arregló para regresar a Nis, donde su avión pudo luego ser reparado.

La 127ª LAE participó en dos combates aéreos más en esa primera noche de la guerra. El primero de estos comenzó a las 20:30 hs cuando desde la base aérea de Batajnica partieron los mayores Ljubisa Kulacin (líder) y Nebojsa Nikolic (numeral) para interceptar desde diferentes direcciones un grupo de 24 aeronaves de la OTAN. Cuando Kulacin inició su ataque, se encontró con la muy desagradable sorpresa que sus sistema de armas y radar no funcionaban. Tras hacer gala de la extraordinaria agilidad del MiG-29 evadiendo varios misiles AMRAAM disparados contra él, Kulacin renunció a poder usar sus misiles, picó a baja altura y aterrizó en el aeropuerto internacional de Belgrado. Entretanto el mayor Nebojsa Nikolic -que a la sazón tenía 40 años de edad y 12 volando los MiG-29- comenzó su súbito ascenso para sorprender a los aviones enemigos (un grupo de F-16A belgas y CF-188 Hornet canadienses escoltados por cazas F-16AM holandeses) en la cabina de su MiG-29B Tochka Opori No.18111:

«Hacía poco que había despegado y esas son las condiciones más difíciles para una lucha de perros. ´Para ser un medio de defensa efectivo se debe alcanzar una altura y una velocidad adecuadas’ dicen todos los manuales. Después del despegue me dirigí hacia la norteña provincia Vojvodina y ahí fue cuando evadí el primer misil enemigo. Encendí mi radar de abordo y armé mi arsenal. Tan pronto como lo hice tuve que maniobrar para evitar otro misil aire-aire enemigo.

Entonces llegó un tercero desde un grupo de 24 aviones enemigos. […] Cuando elegí uno de ellos como mi objetivo en el radar y me coloqué en una buena posición de ataque, lancé lo que nosotros llamamos un misil ‘pequeño’ [ese misil „pequeño“ era un R-73 — los autores]. Apenas si pude verificar el impacto, porque mi MiG-29 fue alcanzado en ese mismo momento. Mi caza se transformó en una antorcha. Las llamas envolvían la cabina. Debido al humo y las llamas no podía ver ni los instrumentos ni nada afuera. A ese punto estaba a una altitud de 3000 metros sobre el pueblo de Titel y me dirigía al norte hacia Zrenjanin. Mi confiable MiG, el avión que había estado volando por más de 10 años, estaba cayendo. Cuando alcancé una altura de 2000 metros decidí eyectarme fuera del ardiente reactor.»

El impacto del misil de Nikolic en el avión enemigo fue verificado por los operadores de radar en tierra, que vieron el eco de uno de los aviones enemigos desaparecer de sus pantallas. La Fuerza Aérea belga admite la perdida de un avión ese día: el F-16A matrícula FA-39, tripulado por el capitán Frederic Desirotte (fallecido), pero la acredita a un accidente. Sin embargo, el personal del GRU (Directorio Principal de Inteligencia ruso) en el buque de vigilancia «Niemen», que escuchaba las transmisiones radiales de la OTAN, confirmó que el derribo de este F-16 no fue ningún accidente. El habilidoso mayor Nikolic mostró nuevamente la soberbia maniobrabilidad del MiG-29 eludiendo tres misiles AIM-120, pero finalmente fue abatido por un cuarto AMRAAM lanzado por un F-16AM del 322 Escuadrón de la Real Fuerza Aérea holandesa. Nikolic no sufrió heridas ni al eyectarse ni al aterrizar, y los equipos de rescate lo llevaron a la Academia Médica Militar, donde se le hicieron análisis de rutina para verificar que no tenía heridas internas. Al amanecer del día 25 su esposa Olga y sus hijas Sonja y Tanja se reunieron con él en el hospital.

El último combate aéreo de esa primera noche ocurrió poco después cuando el mayor Milorad «Grof» Milutinovic despegó en solitario de Batajnica y se dirigió para interceptar un grupo de cazas furtivos F-117A de la 49ª TEW (¡!) (esto está admitido por la propia USAF, el piloto de uno de los Nighthawk admitió que el MiG llegó a colocarse a distancia de disparo). Pero de nuevo una avería técnica jugó en contra del valeroso piloto serbio: el radar de su MiG-29B (el No.18106) se negó a encenderse. Lo que sí funcionó fue su receptor de alerta radar SPO-15, que le advirtió que el radar APG-70 del F-15 °C Eagle del capitán Michael Showers (493 EFS/48ª FW, USAF) lo había «enganchado». Milutinovic logró desengancharse varias veces con enérgicas maniobras evasivas. Pero la persistencia premió al estadounidense, quien sorprendió a Milutinovic cuando éste buscaba un aeródromo donde aterrizar, y lo obligó a eyectarse tras alcanzarle con un AIM-120 °C. Así pues terminó ese primer día de guerra, con dos victorias y tres pérdidas, pero por fortuna sin sufrir pérdidas humanas. Futuros encuentros no serían tan piadosos.

El segundo y tercer día

La 127ª LAE pudo tomarse una revancha parcial por las pérdidas sufridas en la primera noche durante la segunda: a las 23:30 hs del 25 de marzo sobre Ruma el mayor Slodoban Peric tomó por sorpresa con su MiG-29 lo que el piloto serbio pensó era un grupo de cazas «F/A-18», e impactó a uno de ellos con un R-73. Pocas horas despues supo que un F-15 °C de la USAF debió hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Rajlovac en Sarajevo dejando atrás una larga y gruesa estela de humo blanco (la foto fue tomada por un serbio viviendo en la ciudad, y publicada en el periódico serbio «Vojska»). El portavoz de la OTAN Sheena Thomson admitió el incidente en una conferencia de prensa a las 11:30 hs del día siguiente: «… quisiera confirmar que hoy en la madrugada, dos aviones F-15 aterrizaron en el aeropuerto de Sarajevo. Uno estaba llevando a cabo un aterrizaje de emergencia, el otro lo estaba escoltando.»

En la tarde del 26 de marzo de 1999 la 127ª LAE participó de dos combates. El primero ocurrió a las 17:00 hs a 7 kms al sur de Pancevo casi por accidente; el coronel general Ljubisa Velickovic (nada menos que el subcomandante en jefe del CG de la JRViPVO) realizaba un vuelo de prueba con el MiG-29B Tochka Opori No.18105 para ver con sus propios ojos el lastimoso estado en que se encontraban los aviones de la escuadrilla, cuando subitamente fue alertado que varios F-16 de la USAF estaban atacando las defensas antiaéreas alrededor de Belgrado en apoyo de varios Tornados de la Luftwaffe. Aprovechando que su presencia no había sido advertida, Velickovic se aproximó al F-16 °C BuNo 88–0490 del capitán Michael G. Rider y -tras varios intentos para hacer funcionar su sistema de guía SN-29- derribó al piloto norteamericano con un R-73 (Rider se eyectó y fue luego rescatado). La USAF afirma que esta pérdida ocurrió durante un accidente en Luke, Arizona; pero el GRU de la Federación rusa determinó que en dicha aeronave en realidad cayó en Yugoslavia. Velickovic no sobrevivió a la guerra; murió durante un ataque aéreo el 3 de junio.

El segundo combate ocurrió veinte minutos más tarde cuando un par de MiG-29B tripulados por el mayor Peric y su numeral el capitan de 1ª clase Zoran Radosavljevic estaban tratando de encontrar un grupo de aviones de la USAF que se aproximaban a Yugoslavia desde Bosnia. Por desgracia no lo hicieron a baja cota sino a mediana altura -no por elección propia sino por orden de algunos incompetentes oficiales de alto rango cuyo único mérito era ser fieles a Milosevic- y un inexperto controlador terrestre los guió primero hacia el norte y luego al sudoeste. Finalmente sobre la frontera serbio-bosnia pudieron encontrar a sus objetivos -un grupo de cazabombarderos F-15E Strike Eagle- y Slodoban Peric disparó con su MiG-29B No.18114 un R-73 que dio de lleno en uno de los F-15E. Pero su vuelo a media cota y su derrotero inicialmente erróneo dio tiempo a los aviones AWACS E-3 Sentry de despachar a una pareja de cazas F-15 °C Eagle del 493 EFS hacia ellos. El líder estadounidense, capitán Jeffrey Hwang, rápidamente derribó y mató a Radosavljevic con un misil AIM-120 °C, y si bien Peric se las arregló para esquivar un AMRAAM, el tercer misil disparado por Hwang lo obligó a eyectarse. Pero la víctima de Peric no sobrevivió por mucho tiempo más: pedazos de su fuselaje con la inscripción en inglés «ANNUAL INSP C/7» fueron encontrados en Bosnia, y este F-15E de la 48ª FW «se salió de la pista y fue muy seriamente dañado mientras hacía un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Istrana, Italia." (revista «Air Forces Monthly», junio de 1999, página 92). Este Strike Eagle fue averiado más allá de toda reparación posible y fue dado de baja. El día, por lo tanto, se saldó con un empate: dos victorias y la misma cantidad de pérdidas. Desgraciamente también concluyó con el primer piloto caído en combate, lo cual afectó la moral de todos los miembros de la unidad. Pero los eventos subsiguientes se encargarían de levantarles la moral.

El fín de un mito

La victoria más famosa de la 127ª LAE ocurrió la noche siguiente, el 27 de marzo de 1999. Un solitario MiG-29B Tochka Opori con el teniente coronel Gvozden Djukic en su cabina despegó de Batajnica alrededor de las 20:00 hs sin ser advertido por cazas de la OTAN, y comenzó a patrullar a baja altura a la espera de instrucciones de su puesto de mando cerca de Budjanovci, un área que los operadores de radar serbios habían identificado como una vía de ingreso de aviones de la OTAN. Esas nuevas instrucciones no llegaron, pero a las 20:38 hs si lo hizo un avión enemigo:

«Súbitamente ví un punto luminoso en el cielo, y dirigí mi avión hacia él. Me dí cuenta que estaba haciendo un ataque frontal. El primer misil que disparé contra él le impactó de frente.»

En esa forma tan lacónica describió Djukic su victoria, una que dejó pasmado al mundo: su víctima resultó ser el F-117A BuNo 82–0806 tripulado por el major Darrell P. Zelko (8 EFS/48ª FW), quien fue poco después rescatado por un HH-60. De hecho fue un derribo compartido, ya que después de ser impactado por el R-73 de Djukic, el Nighthawk también fue alcanzado por fuego antiaéreo de una batería de M53/59 Praga, que dejó varios agujeros de 23 mm en una de sus alas. Quedó en claro que el caza furtivo F-117, hasta ese momento considerado invencible e invisible, no era ni lo uno ni lo otro para la mira montada en el casco de los pilotos de MiG-29 y sus misiles R-73.

Últimas victorias y pérdidas

Estos éxitos tuvieron su precio: el desgaste hacía que los equipos electrónicos de los MiG fallaran cada vez más frecuentemente. Tres misiones en los días 5, 6 y 7 de abril (a cargo de los mayores Bora Zoraja, Milenkovic y Ermeti respectivamente) tuvieron que ser abortadas porque sus radares o sus sistemas de guía se negaron a funcionar. Tras una tregua de casi un mes, el 4 de mayo la 127ª LAE lo intentó de nuevo cuando el comandante de la unidad, el coronel Milenko Pavlovic, despegó con su MiG-29B No.18109 hacia su ciudad de origen Valjevo, que había sufrido un duro bombardeo aéreo la noche anterior. No solo sus armas y su sistema de navegación fallaron y le impidieron interceptar a ningún avión norteamericano en el área, sino que además dos F-16CJ del 78 EFS/31ª FW de la USAF fueron enviados contra él. El líder estadounidense lanzó un AIM-120 contra el indefenso MiG, derribándolo y matando al desafortunado Pavlovic.

Este fue un golpe muy duro para la unidad. Quedó muy claro para sus pilotos que seguir enviando aviones al aire en esas condiciones era un suicidio, y la 127ª LAE renunció a intentar lidiar con los aviones tripulados de la OTAN. Eso no significa que cesaran toda operación de combate, todo lo contrario, contribuyeron a combatir a los UAV (Un-manned Air Vehicle = aviones no tripulados) utilizando para esto la mira óptica y el confiable cañón de 30 mm, que no podían sufrir fallas técnicas. El 21 de mayo de 1999 un MiG-29B abatió el UAV Hunter BuNo AV211 del US Army con fuego de su cañon GSh-301, y diez días después otro MiG hizo lo mismo con un UAV CL-289 del Bundeswehr («Air Forces Monthly», julio de 1999, página 76). Con este último derribo culminó la participación de la 127ª Eskadryla en la Guerra de Kosovo.

Señuelos

En una conferencia de prensa durante la guerra el 27 de mayo de 1999, el portavoz de la OTAN contralamirante Thomas Wilson (quien además era el director de inteligencia del estado mayor conjunto del Departamento de Defensa de los EE UU) proclamó que 13 de los 16 MiG-29 que inicialmente disponía Yugoslavia habían sido destruidos, ocho de estos en tierra. Poco más de dos semanas más tarde -el 12 de junio- la JRViPVO mostró en Slatina con orgullo los 11 MiG-29B y UB que le quedaban, echando por tierra las afirmaciones del contralmirante Wilson. La razón de esta discrepancia fue el dedicado trabajo de los modelistas Djordje Ivanov y Radoje Glagojevic, que crearon unas maquetas extremadamente realistas de los MiG-29, a las cuales denominaron M-18. Ivanov y Glagojevic cubrieron sus maquetas de madera con placas de metal e incluso imitaron los motores RD-33 de los MiG reales quemando kerosene en cajas debajo de los M-18. Las placas de metal engañaron a los radares aire-tierra de los cazabombarderos de la OTAN, y el truco del kerosene burló a los sensores infrarrojos de estos mismos aviones de ataque, que destruyeron los señuelos creyendo que eran los aviones reales. Una clara demostración de que incluso la más sofisticada tecnología puede ser embaucada por los medios más simples.

Balance Final

Si bien la 127ª LAE abatió «solo» seis aviones (tres F-16, dos F-15 y un F-117) y dos UAV de la OTAN, y perdió cinco MiG-29 en combate aéreo, estos logros son enormes cuando se tiene en cuenta la enorme inferioridad numérica en la que la unidad se encontraba, el continuo fallo de los equipos electrónicos de sus aeronaves y la estupidez de algunos de sus comandantes.

La valentía y determinación de sus pilotos y personal de tierra queda plasmada en la cantidad de condecoraciones y ascensos: de los 23 miembros de las JRViPVO que fueron galardonados por su valor al final de la guerra, seis pertenecían a la unidad. Los mayores Nebojsa Nikolic, Slodoban Peric, Milorad Milutinovic e Ilyo Arizanov fueron premiados con la Medalja za Hrabrost (Medalla al Coraje) y ascendidos al rango de tenientes coroneles; el capitán de 1ª clase Zoran Radosavljevic también recibió la Medalja za Hrabrost y fue ascendido al rango de mayor a título póstumo, y finalmente el coronel general Ljubisa Velickovic fue también gallardonado post mortem con la Medalla de la Bandera de Guerra en 1 Grado.

Ahora que la SiCG RViPVO tiene planes firmes de sustituir sus añosos MiG-29 por 30 nuevos Sujoi Su-30 Grulla adquiridos a la Federación rusa, no quedan dudas que la 127ª LAE seguirá siendo la élite de la Fuerza Aérea y Fuerza de Defensa Antiaérea de Serbia y Montenegro.




War is Over



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